lunes, 14 de noviembre de 2011

Ya me he vueto a dejar abierta la cabeza.

El artista, su obra y su vida personal

El otro día, hablando de las simpatías u odios hacia determinados cantantes, nos dimos cuenta de  que admiramos a mucha gente por su talento o por su obra.

Sin embargo, si algunos de estos artistas fueran escrutados en su vida personal, se nos caerían muchos mitos.

Un ejemplo: a aquellos de vosotros a los que os gustó la entrada de Noir Desir, os hago saber que su cantante fue condenado a 8 años de cárcel por el asesinato de su  novia Marie Trintignant, hija del célebre actor francés, durante una discusión por celos y tras un empujón que acabó trágicamente.

Yo creo que hay que distinguir la obra, de la persona, pero cuando me entero de cosas que ensucian la personalidad de un genio o de un artista, siento un momentáneo desapego hacia la obra, para luego expropiárla y hacerla mía, intentando recuperar su pureza inicial.

¿Os ha pasado lo mismo que a mí?

PD:
Algun@s de vosotr@s os acordareis  del obituario que hice de Jobs, y pensaréis  con razón al leer esta entrada que no apliqué el mismo criterio con él.
Bueno, mi intención fue hacer hincapié en lo que nadie iba a decir de él y resaltar que sus aportaciones a la humanidad, no son más importantes que las del inventor de la lavadora o el horno microondas. En todo caso, el enfoque fue premeditado para la polémica, de hecho fue la segunda entrada más vista del blog. 

Os dejo este enlace que habla de este mismo tema.

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