Ya ha empezado a invadirnos el gris del invierno y con él, llegan los dolores de partes del cuerpo que no sabías que tenías y que te recuerdan que ya tienes una edad...
A la espera de cielos azules y temperaturas cálidas, dedicaré el tiempo a la lectura, la nostalgia, los quehaceres caseros y también, como no, a seguir descubriendo canciones que llenen mi discoteca vital.