Vaya por delante que este post no pretende excusar a muchos de ellos, que se han merecido esos bramidos y otros peores, sino poner la lupa sobre la base del problema, porque igual que entre los médicos, periodistas, carniceros y camareros hay personas que merecen la pena y otras que no, en lo que hemos dado en llamar “la casta política”, sucede igual.
Permítanme, por tanto, que hoy reflexione sobre muchos de esos ciudadanos -parados, jubilados, enfermeras, profesores, oficinistas, amas de casa y cualquiera que sea la profesión que desempeñen- que se quejan tanto.Seguir leyendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario